El Mustang no es un icono, es un símbolo, un firme referente del "American Way of Life..." Y tras sus 50 años de historia, el musculoso caballo americano "cruza el charco" para ofrecerse por primera vez en Europa, y al gusto europeo.
Me explico. Su historia viene marcada por el gusto americano por los deportivos rudos, indómitos, con derroche de potencia y tal vez no a la última en tecnología. Por ejemplo: lo más importante del nuevo Mustang es su chasis renovado, con el cambio en sus suspensiones. Por fin se abandona el eje trasero rígido que sirvió para lanzarlo ya en 1964 a un precio razonable y se adoptan suspensiones multibrazo que permiten una conducción sin balanceos en aceleraciones y frenadas, a la vez que mejora el comportamiento sobre firme irregular y bacheado, consiguiendo que cada rueda siga su recorrido natural sin depender de la otra ganando en agarre y guiado del coche. Como cuenta el director de línea de vehículo de Mustang, Hermann Salenbauch, "...Su conducción va a ser toda una revelación para conductores europeos".
Otra característica que marca el cambio es la gran mejora en sus acabados, calidades y aislamiento acústico. También se mejora la posición al volante y el confort de los pasajeros además de añadir, ahora sí, tecnología a raudales en sistemas de ayuda a la conducción y de infoentretenimiento. En la consola central podemos encontrar una pantalla táctil de gran tamaño que nos permite seleccionar casi todas las opciones disponibles, el selector de modos de conducción -Normal , Sport+, Track y Snow-, SYNC2 para órdenes con la voz...
Su diseño es inconfundible: Morro largo, línea afilada, techo bajo, medidas amplias, y esas tres barras verticales típicas en las luces delanteras y traseras que le mantienen ese aire retro. El caballo del logo aparece en la parrilla trapezoidal del frontal y en el portón trasero en la versión con el motor 2.3 Ecoboost, mientras que con el motor "gordo", este caballo cambia por las siglas "GT" en el portón y el emblema "5.0" en los laterales.
Las carrocerías disponibles también son dos: Convertible o descapotable y Fastback y ya hay más de 2.600 clientes que han encargado el nuevo Mustang en Europa desde que comenzó a estar disponible para reservas a principios de año. Su comercialización será en Julio y sus precios parten de 37.000 y 44.000 euros, según el motor elegido.
Pero vayamos al grano. El motor Ecoboost 2.3 litros de gasolina, que incorpora el Turbo a la gama, ofrece 317 CV (233 kW) y 432 Nm de par (para Europa) con inyección directa y distribución variable doble, mostrando un rendimiento y una eficiencia de combustible mejorada.
La aceleración de 0 a 100 km/h se consigue en 5,8 segundos (Fastback) con cambio manual de seis velocidades. El consumo en ciclo combinado se mantiene en 8,0 l/100 km mientras que sus emisiones de CO2 se logran quedar en 179 g/km (8,2 l y 184 g para el descapotable respectivamente).
Y la joya de la corona, el 5.0 Ti-VCT V8 de gasolina ofrece nada menos que 421 CV (310 kW) y 530 Nm de par, parando el crono en 4,8 segundos en aceleración de 0 a 100 km/h, mientras que el consumo se mantiene en 13,5 l/100 km y sus emisiones se quedan en 299 g/km de CO2 (13,6 l y 306 g respectivamente para el descapotable), también con cambio manual de seis velocidades.
Curiosamente, en esta versión estos registros mejoran con el cambio automático Select-Shift de seis velocidades con levas al volante mientras que con el motor más "light" no parece ser así.
Como decíamos, en el gusto americano influyen varios factores, y uno de ellos, permítanme la frivolidad, podría estar reflejado en una canción que me viene a la memoria de Vanilla Ice: "Rollin' in my 5.0". Bueno, tal vez me he pasado pero... "Aw yeah, here we go!".
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