Motorvision

Mercedes-Benz AMG GT R

En un exitoso ejercicio de diseño y pasión por la deportividad, el nuevo buque insignia de la marca germana se convierte también en un instrumento con el que se produce un gran trasvase de tecnología de la Fórmula 1 directamente a un vehículo de serie.

Su comercialización en Europa no será hasta Marzo del 2017, así que habrá que esperar para que este auténtico bólido de línea espectacular y prestaciones sobrecogedoras nos deje boquiabiertos por cualquiera de nuestras calles.

La filial deportiva de Mercedes-Benz ha dotado a esta "bestia" con un motor de AMG biturbo de 4.0 litros y 8 cilindros en V, que contiene una potencia de nada menos que 585 CV. Es 75 caballos más potente que el motor tope de gama de su compañero de marca, el AMG GT S. Este aumento en la potencia es posible gracias a los nuevos turbocompresores combinados con una nueva gestión en la inyección directa. Su tecnología vanguardista se concreta en algunos detalles, como por ejemplo, la utilización en las camisas de los cilindros de un revestimiento patentado para los motores de la Fórmula 1 de Mercedes AMG Petronas, que es mucho más duro que la fundición convencional.

En el manejo de toda esta potencia interviene el cambio de doble embrague con siete velocidades, optimizado por los ingenieros de la casa, y que permiten al conductor adaptar sus preferencias en 5 modos diferentes de conducción, incluido un programa manual denominado "RACE".

Las prestaciones del nuevo AMG GT R son de auténtico vértigo, su velocidad méxima es de 318 km/h y consigue una aceleración de 0 a 100 km/h en 3,6 segundos. Para manejar toda esta capacidad, las soluciones tecnológicas implementadas pasan por incorporar distintos elementos como un perfil aerodinámico activo en los bajos del vehículo. Se trata de una pieza de fibra de carbono que se desplaza hacia abajo cuando se superan los 80 km/h, lo que hace que se aspire aire a la altura de la calzada, contrarrestando las fueras ascensionales en el eje delantero a gran velocidad gracias al efecto Venturi.

A esto hay que sumar que si se circula a más de 100 km/h, el sistema gira las ruedas traseras en paralelo a las ruedas delanteras. Esto equivale a un alargamiento virtual de la batalla, mejorando la estabilidad de marcha y la agilidad en las curvas.

Las innovaciones no terminan aquí pues este vehículo también estaé dotado de AMG TRACTION CONTROL, diferencial autoblocante electrónico en el eje trasero, dirección paramétrica deportiva y un diseño interior inspirado en el mundo del automovilismo y de la aviación.

Su puesta a punto se culminó en el circuito de Nürburgring, el legendario "infierno verde", en el que fue sometido a intensas jornadas de prueba.