¿Sacrilegio o estrategia? Rolls-Royce crea un SUV.
¿Te imaginas bebiendo una copa de champagne bien frio, inmerso en el máximo exponente del lujo y del glamour sobre ruedas, pero rodeado de montañas y metido en el barro hasta las orejas? Bien, la marca promete que puedes llegar con clase y estilo a tu exclusivo refugio de montaña, por muy lejos que esté o muy complicado que se ponga el camino.
Sus armas comienzan con un nuevo motor V12 de 6,75 litros y 571 CV que entrega un par máximo de 850 Nm, asociado a una caja de cambios ZF de ocho velocidades, suspensión regulable neumática controlada por la cámara frontal estéreo que "lee" el terreno hasta 100 km/h, el botón "Everywhere" que controla los ajustes offroad para cualquier tipo de condiciones como grava, hierba mojada, barro, nieve o arena, una capadidad de vadeo de nada más y nada menos que 540 mm, nuevas luces láser que ofrecen un alcance de hasta 600 m en conducción nocturna, y unas enormes ruedas de 22 pulgadas que le otorgan un gran equilibrio visual.
Como detalle hay que destacar que el coche se "arrodilla" frente a sus ocupantes, rebajando su altura hasta 40 mm, para ofrecer un acceso más sencillo a un interior con todo tipo de comodidades, materiales nobles con los más finos cueros, maderas y metales y tecnologías de última generación.
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